MADALENAS DE PLÁTANO y HARINA DE ESPELTA

23 Oct MADALENAS DE PLÁTANO y HARINA DE ESPELTA

Son perfectas para merendar y no te arrepentirás de ofrecérselas a tus hijos. Si siempre quieres lo mejor para ellos, por que no vas a alimentarlos bien?  Ya te dejé una receta de unas madalenas sanas. Pero esta es otra opción mucho más jugosa. A mi hijo le han encantado.

Como ves siempre empleo harina de espelta integral . La espelta (Triticum spelta y Triticum Diccocum) es una variedad de trigo que se cultiva desde hace milenios. En Europa en la Edad Media el pan de espelta era habitual entre las clases acomodadas, a diferencia de las clases humildes que consumían pan de centeno. Sin embargo, como su cultivo era menos productivo que el del trigo común y la semilla está cubierta de un casco que hay que separar a la hora de moler el grano, la producción de harina de espelta disminuyó con la llegada de la era de la industrialización . Actualmente, sin embargo, la espelta vuelve a tomar protagonismo  por sus propiedades nutritivas y digestivas. Lo que antes era un inconveniente en el procesado de la harina – el hecho de tener que separar la cáscara del grano-, ahora es una ventaja porque protege la semilla y , por lo tanto, favorece la ausencia de pesticidas y la agricultura ecológica de este cereal. De sus propiedades nutritivas destacan un elevado número de minerales en comparación con el trigo común y cuenta  con más variedad y mejor calidad de vitaminas del grupo B. Además, la espelta contiene los 8 aminoácidos esenciales para el organismo. Todo esto hace que el pan de espelta convierta en un alimento con propiedades cardiovasculares, porque no contiene colesterol y favorece la circulación sanguínea, es más digerible porque contiene menos gluten que el trigo común y fibras de mayor calidad. Y como que tiene un alto contenido en triptófano, favorece el bienestar físico y mental. Es un alimento, por lo tanto muy  saludable, y a incorporar en tu alimentación diaria.

La receta es ideal para usar plátanos demasiado maduros. En casa no nos gustan los plátanos muy maduros así que en cuanto veo que ya no los vamos a comer, los meto en una bolsa, los congelo y los reservo para batidos, helados, smoothies y bizcochos.  ¿Que te parece?

El plátano cuando está maduro proporciona mucho dulzor natural y esto significa que vas a necesitar añadir muy poco jarabe de arce o sirope de agave. Como, siempre, para hacer las madalenas más golosas, siempre puedes añadir unas perlas de chocolate.

Vamos a por la receta

¿QUE NECESITO?

• 3 Plátanos grandes, maduros y pelados
• 50 gr de copos de avena
• 2 cucharadas de postre levadura
• 1 cucharada de postre de canela
• 1/2 cucharada de postre de nuez moscada (si no te gusta puedes obviarla)
• 70ml de jarabe de arce (o jarabe de agave)

OPCIONAL:

• Perlas de chocolate para poner en la masa de las madalenas
• 2 cucharadas de Copos de avena para decorar
• 2/3 cucharadas de azúcar de coco

¿CÓMO LO HAGO?

Precalienta el horno a 190ºC. Prepara los moldes de madalenas y déjalos encima de la bandeja de hornear. Mezcla los ingredientes secos en un bol: La harina, los copos de avena, la levadura, la canela y la nuez moscada. En otro bol, tritura los plátanos o a mano o con la ayuda de una batidora. En un plato bate el huevo. Mezcla el huevo con el plátano y el jarabe de arce. Junta con la mezcla de los ingredientes secos. No es necesaro batir sino que todos los ingredientes se integren. Si quieres echar perlas de chocolate, ahora es el momento.  Llena los moldes de madalenas hasta prácticamente arriba porque no suben mucho. Espolvorea con los copos de avena y el azúcar.

Pásalas al horno  15 minutos.  Si se tuestan demasiado rápido, baja la temperatura del horno a 180ºC. Comprueba que estén hechas  y déjalas enfriar encima de una rejilla. Espera que se enfrien para probarlas, que ya te conozco. Y más si llevan chocolate.